Maritza L. Félix
1 min readDec 21, 2018

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Fragmentos – La tristeza

Hay veces que la tristeza se nos cuela en los huesos y se engancha en la porosidad de los recuerdos. Es canija. Nos enferma de melancolía y esa, querido Julio, es peligrosa.

La nostalgia nos hace manipular el ayer a nuestro antojo y se burla de la realidad; al fin y al cabo ¿qué es lo real?, no hay una memoria pura que no haya sido prostituida por la añoranza, el amor, el deseo y la rabia. Cada quien se acuerda dependiendo de sus dolores.

Hoy solo me acuerdo, pero no añoro. Me pesan los ayeres en los hombros y se me han incrustado los tragos amargos en la cintura. Mi mente salta entre los momentos vividos y los que imaginé que viví. Ah qué sentimientos tan despiadados que han tocado todo cuanto he recordado. Y no quiero volver. Las memorias hacen que me duela algo, no sé si el corazón o la conciencia, quizá el espíritu marchitado. No quiero pensarlas ni sentirlas. Hay emociones que se disfrutan mejor reprimidas.

Ah, pero el cansancio… es cruel e indomable. Es, estoy casi segura, el cómplice del desamor. Y últimamente siempre me faltan las fuerzas.

“Volverá, Felipe, juntos la traeremos de vuelta”. Qué ganas de creerte, Aura.

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Maritza L. Félix

Periodista. Escritora. Amante de las letras. #ToñitaMachetes con los acentos bien puestos.